El calendario fijo internacional

Cuando hablamos del calendario positivista comentamos que la idea de Comte no tuvo ningún seguimiento inmediato pero que, sin embargo, había influido en propuestas alternativas. Una de ellas es el que se conocería como calendario fijo internacional, una idea que llegó a contar con el favor de la Liga de Naciones y a emplearse en empresas de la talla de Kodak hasta finales de los ochenta.
La idea de efectuar una reforma que simplifique los ciclos temporales de uso cotidiano ha surgido en varias ocasiones en el ámbito empresarial. Se inspira en los supuestos beneficios que aportarían una organización más sencilla de las fechas: desde la computación de plazos a la previsión de festividades. Como en la sociedad urbana moderna los motivos que han inspirado los diferentes ciclos que seguimos (cuyo origen mezcla motivaciones culturales, religiosas, astronómicas, ligadas al campo, etc.) han perdido buena parte de su significado, se ha creído allanado el campo para introducir estas reformas. El calendario fijo internacional fue una idea propuesta por el analista Moses B. Cotsworth, tras su trabajo en la North Eastern Railway Company. Por esta razón se le denomina también plan Cotsworth o plan Eastern, así como calendario fijo internacionalde los trece meses o de los meses iguales. Su planteamiento era el siguiente: establecer divisiones del año conservando el ciclo hebdomadario de modo que fuese sencillo saber a qué día de la semana correspondía una determinada fecha. Como en el calendario gregoriano un año está formado por 52 semanas más uno o dos días sólo es necesario sacar estos últimos fuera para restituir la cuenta. Dicho de otro modo, un día al año (otro más si es bisiesto), no pertenecerían a ningún mes, ni contarían en el avance de la semana. Con esto no se añadía nada nuevo a la propuesta ya apuntada en casi un siglo atrás por Marco Mastrofini. También tomaba de Comte la idea de establecer trece meses de exactamente 28 días cada uno; es decir, de cuatro semanas cabales. La principal diferencia del de Cotsworth, pequeños matices aparte, fue el desbrozarlo de misticismos positivistas y darle un sentido práctico, intención de aplicarlo al ámbito laboral y la fundación de una Liga para su patrocinio en 1923 que fue tomada en serio en el ámbito internacional durante siete años.
Si se hubiese impuesto este calendario, seguiríamos iniciando los años, como ahora, el 1 de enero. Pero este día sería siempre domingo. El mes terminaría el 28, sábado, día al que le seguiría inmediatamente el 1 de febrero, domingo otra vez. Cuatro semanas después estaríamos en 1 de marzo, domingo. La simplicidad de la reforma es evidente, y no la veríamos rota hasta el día posterior al 28 de junio. Dicho día no pertenece a ningún mes ni a ninguna semana, y serían dos extras como se ha comentado los años bisiestos. Después, le seguiría el mes adicional que añadiríamos, al que se llamaría sol, para continuar con julio.
La Liga que Cotsworth dirigió se ganó la atención de la Liga de Naciones durante los años veinte pero, finalmente, la falta de consenso, unida a las presiones desde los estamentos religiosos, hicieron que se abandonasen las actividades en pro de la reforma del calendario.

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