Más sobre el horario de verano

Ahora que se aproxima la fecha del cambio de hora (este año tendrá lugar el 30 de octubre en gran parte de Europa), quería dedicar una entrada a sacar del anecdotario algunos detalles que no he tratado en ocasiones previas. En primer lugar, por si alguien no lo conociera, que ni esta práctica es universal, ni se lleva a cabo de la misma forma en todos los países, ni al mismo tiempo. Israel, por ejemplo, coincide este año con nosotros, pero su seguimiento ha sido muy irregular. En los años 1953 y siguiente el horario de verano duró sólo tres meses, por ejemplo. Durante décadas se cambiaron los relojes al abrigo del mandato británico, pero por decisión del ministro de Interior, que igual lo abolía (1958), lo restauraba (1974), volvía a suprimir (1976)… En los ochenta los tribunales intentaron limitar su autoridad, y finalmente en 1992 se aprobó una ley para regular el horario de verano. Pero la determinación de las fechas de inicio y fin seguía recayendo en el ministro, que frecuentemente tomaba la decisión a última hora, llevando incluso a errores informáticos. La decisión se complica por el interés en no hacer coincidir los cambios de hora con las festividades judías, que al seguir un calendario lunar se van desplazando a lo largo del calendario gregoriano. En 2012 se acordó un criterio sistemático que, aunque modificado al año siguiente, es el que se sigue en la actualidad.
Hablando de alteraciones por motivos de religión, Marruecos mantiene permanentemente el horario de verano, pero lo suprime de cara a la celabración del Ramadán. Ojo que no me refiero a su huso horario: oficialmente el país sigue esta práctica todo el año, pero en 2022 ha devuelto los relojes a su posición del 27 de marzo al 8 de mayo.
Cuba cambia el reloj en una fecha tan tardía como el 6 de noviembre, si bien cabe preguntarse qué beneficio se obtiene estando tan cerca del ecuador. La acompaña Haití, por su cercanía geográfica y comercial, así como Estados Unidos y Canadá, aunque habría que especificar que no en todo el territorio de ambas, pues son varias las regiones que no cambian de horario en los meses cálidos. La cuestión de Hawai se entiende; la de Quebec algo menos. Arizona tampoco efectúa el cambio, y alegó para su situación especial el extremo calor estival durante las horas centrales del día. Pero su caso es excepcional: la Reserva de los Navajos, que se extiende por su territorio, sí sigue el horario de verano. Peor aún, dentro de ella está la Reserva de los Hopi, que no hace el cambio, y que posee a su vez otro enclave navajo dentro, donde sí se hace. Por lo visto hay que corregir seis veces el reloj en 250 kilómetros cuando se viaja en verano por la carretera estatal 264.

Reserva de los Navajos (Navajo Ant Project)
Reserva de los Navajos (Navajo Ant Project)

Los países del hemisferio sur, obviamente, hacen el cambio opuesto, y en todo caso comienzan el horario de verano en estas fechas. Australia lo hizo el 2 de octubre. Aunque nuevamente debería aclarar que sólo el sur del país, ya que en el norte y oeste no tocan las manecillas del reloj.
La medida, en las zonas donde rige, ha suscitado polémica desde sus respectivas implantaciones, y son frecuentes los casos de países que la han adoptado y rechazado en múltiples ocasiones. Me dejo para otro momento la historia previa a su adopción durante la Primera Guerra Mundial, la idea de Benjamin Franklin o las propuestas George Vernon Hudson y William Willet. En Alemania, el primer país que incorporó la medida, ésta se olvidó entre las dos contiendas, en 1940 se adoptó de nuevo para no volver atrás en otoño, ni al año siguiente, del 42 al 49 se cumplió efectuando los cambios en fechas dispares, después se olvidó, se volvió a incorporar en los 80, ya bien pasada la crisis del petróleo, y de ahí hasta hoy se ha seguido con leves modificaciones.
En el caso de España, ya desgrané en varias entradas las idas y venidas de la idea:

Comentar también, a propósito de la guerra de Ucrania, que las regiones anexionadas u ocupadas (Crimea, Donetsk y Lugansk) no siguen, a diferencia del resto del país, el horario de verano. Rusia se desmarcó definitivamente en 2010, quedando indefinidamente en el antiguo horario de verano, al tiempo que se suprimían dos husos horarios. Se alegó que el ahorro energético que conlleva no compensa los perjuicios a la salud que provoca, pero hay que anotar que la medida se tomó tras un abusivo número de cambios en los relojes introducidos por Medvédev, que habían suscitado las protestas de una ciudadanía enfadada por haberles quitado horas de sol. Se intentó incluso prohibir una representación de la Cenicienta alegando que incluía un mensaje político contra los cambios de horario introducidos.

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