Te llamaré Viernes

En este punto de la serie de artículos dedicada a los calendarios puede interesar detenerse a estudiar el origen de los nombres asignados a distintos periodos del nuestro, que proceden en su mayoría, como cabría esperar, del calendario romano o juliano. La mitología lo atribuye a Rómulo, y originalmente constaba de diez meses que se iniciaban con el equinoccio vernal, aproximadamente nuestro 21 de marzo, con la duración de un ciclo lunar. Sobraba un largo periodo entre el último mes, decembris, y el inicio del año siguiente de excaso interés para la agricultura que no contabilizaba el calendario. Se atribuye a Numa Pompilius, en torno al 713 a.C., el añadir los meses de enero y febrero y fijar la duración del mes en 30 días. Circunstancialmente se agregaba un mes adicional para ajustar el inicio del año, llamado mercedinus en referencia a pagos de rentas.
Los nombres de los meses tal y como los conoció Julio César eran:

  • Martius, en honor a Marte.
  • Aprilis, del verbo aperire, en alusión a la apertura de la primavera.
  • Maius, por Maya, diosa de los cultivos, cuyas fiestas aún se celebran en muchos pueblos de Europa el primer día del mes.
  • Iunius, dedicado a Juno; unos pocos autores sostienen que deriva de iuniores, jóvenes, y «mayo» de maiores, mayores.
  • Quintilus, Sextilus, Septembris, Octobris, Novembris, Decembris.
  • Ianuarius, en honor a Jano.
  • Februarius, de las fiestas de purificación denominadas februa, antecesoras de nuestros carnavales.

La palabra «mes», por cierto, deriva de mensis, medida.

Respecto a la semana, sus nombres son más evidentes: los cinco primeros días se refieren a la Luna, Marte, Mercurio, Júpiter y Venus. Los dos últimos se dedicaban a Saturno y el Sol, pero por influencia cristiana se adoptó «sábado» (sabath) y «domingo» (diem dominicum, día del Señor). El orden se debe a una tradición astrológica egipcia que dedicaba cada hora a un planeta conocido según la distancia a la que se entendía que estaban, secuencia que da lugar a un ciclo de siete días iniciados con los nombres por los que se conocen.

Las denominaciones sajonas de los nombres aún reservan el sábado para saturno y el domingo para el sol. No obstante, «martes», «miércoles», «jueves» y «viernes» derivan de Tyr, Woden (Odín, padre de Tyr), Thor y Freyja, correspondientes nórdicos de los dioses romanos.

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